Cómo realizar el testeo de un juego de mesa

Si habéis leído mi historia sobre el primer juego que diseñé sabréis la importancia que le doy al testeo y a saber identificar los problemas de diseño. Por mi experiencia, el diseño de un juego consiste un 20% en la idea original que le dió luz y un 80% en los cambios y mejoras que se le realizan después de varias sesiones de prueba. Incluso, a veces, se da el caso de que las mecánicas que se descubren testeando son tan interesantes que se acaba desechando la idea original.

Hay 3 tipos de testeo que deben realizarse de forma progresiva y que son los que voy a describir hoy en esta entrada:

1. Testeo de prueba
Es la primera fase que tu prototipo debe superar para comprobar que funciona adecuadamente. Normalmente el primer boceto de un juego surge gracias a una idea feliz, es decir, un tema o una mecánica que se nos ocurre de repente. El problema de las ideas felices es que funcionan muy bien en la cabeza pero, cuando las llevas a la práctica, resulta que no responden como esperabas, sobretodo cuando no tienes mucha experiencia. Mi consejo es desarrollar esa idea sólo un poco, lo justo como para hacer un pequeño prototipo, aunque sea incompleto, con el que probar algunas jugadas. Esto te permitirá comprobar rápidamente cómo funciona tu idea, qué limitaciones presenta, cuánto puede abarcar y, además, te servirá para orientarte sobre qué caminos debes tomar a la hora de desarrollarla. Creedme, hacer algo tan sencillo como esto os ahorrará mucho tiempo y os permitirá tener una idea más realista de vuestro proyecto.

Unos sencillos iconos o unos garabatos bastarán para hacer las primeras pruebas, piensa que hay un 99% de probabilidad de que tengas que modificarlo después.

Después de madurar y desarrollar tu idea llega el momento de preparar un prototipo completo. Para esta primera fase es mejor que pruebes el juego tú sólo tomando el papel de varios jugadores (o con la ayuda de alguien cercano al que no le importe sacrificar 30 minutos de su vida). El objetivo de este testeo es tan sólo comprobar que tu juego funciona más o menos bien y que puedes llegar a finalizar una partida, no hace falta nada más. Comprueba que la cantidad de recursos es la adecuada, que los costes están ajustados y que los jugadores pueden realizar sus acciones sin muchos problemas. Si has superado esta primera fase: ¡Enhorabuena, ya tienes listo tu primer prototipo!

2. Testeo de diseño
Esta es la etapa más comprometida, ya que tendrás que probar y corregir tu juego infinidad de veces hasta que consideres que puedes darlo por terminado. Para estos testeos resulta crucial que cuentes con la cooperación de otros diseñadores o, si no te es posible, con la de un grupo de jugadores preparados y dispuestos a aconsejarte de manera imparcial. Tus jugadores deben tener claro que la finalidad al probar tu juego no es divertise, sino identificar posibles errores y debilidades que puedan ser mejoradas. En serio, probar prototipos puede ser muy divertido a veces pero en la mayoría de las ocasiones suelen estar rotos o desequilibrados y la experiencia no resulta muy gratificante. Por eso es muy importante que tu prototipo haya pasado el testeo de prueba, piensa que las personas que van a probar tu juego están regalándote su tiempo, así que no lo malgastes.

Mis amigos padeciendo el prototipo de mi primer juego.

Como diseñador, la parte más difícil es saber encajar las críticas a tu trabajo. Trata de ser lo más objetivo posible y ponte en la piel del jugador, la mayoría de las veces la percepción que tú tienes de tu juego difiere mucho de la de los demás. Anota todas las observaciones que se den durante y al final de la partida y no te cortes, debate con los jugadores por qué opinan así, qué cambios harían ellos y qué les parece la experiencia de juego. En ocasiones se comparará tu juego con otros similares en el mercado, no te preocupes por ello y échale un ojo a esas sugerencias. Siempre es bueno investigar otros juegos y ver cómo han logrador solucionar problemas similares a los que te puedes encontrar tú.

De todos modos no te obsesiones con las críticas negativas, muchas de ellas tendrán una base lógica pero otras puede que sean más subjetivas; y no te amedrentes por lo que te pueda decir otro diseñador, aunque por su experiencia suelen tener razón también pueden equivocarse. Una vez en casa analiza todas las observaciones y distingue cuáles son verdaderamente importantes para enriquecer tu juego. Testea de nuevo tu prototipo y comprueba si los cambios que has hecho han sido a mejor y si se ciñen a la idea principal, y repite el proceso hasta que consideres que ya no puedes hacer más cambios significativos.

Una sesión de testeo de uno de mis prototipos en The Cricketers.

Te recomiendo que, al final de la partida, le preguntes a los jugadores qué es lo que más les ha llamado la atención o lo que más les ha gustado de tu juego; tan importante es corregir los posibles errores como potenciar los aspectos positivos para mejorar la experiencia de juego.

3. Testeo de mercado
Ahora sí ha llegado el momento de probar tu prototipo con jugadores aficionados con la intención de que se diviertan con él. Cuanto más amplio sea tu público mejor, ya que te servirá para determinar su dificultad, el perfil de jugador al que mejor se adapta, su duración y el rango de edad. Es el momento de disfrutar de tu trabajo y de darlo a conocer, de comprobar que resulta divertido y de centrarse en la experiencia de juego. Fíjate bien cómo se desarrolla la partida y el nivel de impliación de los jugadores en todo momento, aún estás a tiempo de realizar modificaciones si lo ves necesario.

Enseñando mi último proyecto en la noche de juegos de la librería Heffers de Cambridge.

Como veis el testeo de un juego ocupa gran parte de su etapa de creación y resulta indispensable para poder ofrecer un producto de calidad. Realmente es un tema que me gusta mucho y que pretendo desarrollar más en futuras entradas, junto con algunas pautas para el diseño de prototipos. ¡Así que permaced atentos!